- El 15 y 16 de septiembre celebramos un año más del inicio de la Independencia
- Todos conocemos la historia, ¿pero también los detalles?
- Un evento que esconde secretos y curiosos detalles
Este 15 y 16 de septiembre celebramos en el país un año más del inicio de la Independencia de México. Una de las principales celebraciones que como mexicanos nos llena de orgullo y alegría.
Brindamos con tequila, comemos un delicioso pozole, o unos ricos pambazos, ¿y los chiles en nogada? Sea lo que sea con lo que decidas acompañar el Grito de Independencia, lo más importante es que celebramos el patriotismo.
Todos conocemos la historia de la Independencia de México. Identificamos los nombre de nuestros héroes y año tras año hemos visto representados pasajes históricos. Sin embargo, como toda historia, hay detalles que no sabemos. Estos detalles alimentan más y más la cultura mexicana.
¿Quieres conocer los secretos detrás de la Independencia? Hoy te platicamos un par.

El envenenamiento a Hidalgo
Se dice que Ignacio Allende trató de envenenar a Miguel Hidalgo en varias ocasiones, pues no le gustaba que el cura, de alguna manera, fuera el líder del movimiento independista. La leyenda cuenta que durante los primeros años de guerra, Allende repartió tres dosis de veneno en diferentes ocasiones, pero nunca llegaron a Hidalgo, pues éste sabía las intenciones de su compañero y siempre estuvo bien protegido.
¿Se celebra el 15 o el 16?
Tradicionalmente, la celebración comienza el 15 de septiembre cuando, alrededor de las 23:00 horas, el presidente de la República da el Grito de Independencia desde Palacio Nacional. Si bien la historia nos indica que esto ocurrió el 16 de septiembre, alrededor de las dos de la madrugada.
Existe la creencia de que el inicio del festejo es obra de Porfirio Díaz, quien habría movido el Grito a la noche del 15 de septiembre para hacerlo coincidir con su cumpleaños.
La campana de Dolores
La campana que Miguel Hidalgo hizo sonar la madrugada del 16 de septiembre, para motivar al pueblo a levantarse en armas, fue conservada por los gobiernos liberales posteriores al término de la guerra de Independencia, como uno de los símbolos primordiales del comienzo de este importante movimiento.
Hoy la campana puede admirarse, en perfecta restauración, en el nicho que se ubica encima del balcón central de Palacio Nacional, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La Independencia no era reconocida
Aunque el movimiento Independentista fue trascendental para la historia Latinoamericana, España no quería que los territorios conquistados dejaran de pertecerle, por lo que, al momento de consumarse la independencia, el país europeo intentó recuperar el trono. Cosa que fue imposible, pese a los intentos por 15 años consecutivos. Fue hasta que la reina María Cristina renunció a sus bienes, que fue reconocida la victoria.
¿Quien tocó la campana?
Pese a lo que cuenta la historia, Miguel Hidalgo, no tocó la Campana de la Independencia. Quien realmente lo hizo fue José Galván, el campanero de la parroquia, mientras que Hidalgo llamaba desde la entrada de la parroquia a toda la población.
El Ángel de la Independencia es una tumba
Su verdadero nombre es “Victoria Alada” y es una oda a la Independencia de México. Este increíble monumento, ubicado en Paseo de la Reforma, fue creado con la intención de resguardar los restos de los héroes de la Independencia. Si bien Ignacio Allende no se encuentra ahí, pues sus restos reposan en la Catedral de San Miguel de Allende, en Guanajuato.
Miguel Hidalgo frenó la Independencia
El 30 de octubre de 1810 los insurgentes lograron derrotar a las tropas realistas en la Batalla del Monte de las Cruces, actualmente La Marquesa. Esta victoria le abrió el camino hacia la Ciudad de México, poniendo al movimiento a un paso del triunfo.
Sin embargo, en el último momento, Hidalgo se negó a entrar a la capital, frenando lo que pudo haber sido el asalto definitivo y el fin de la guerra de Independencia. Quizá por el número de bajas y deserciones, por el agotamiento y la falta de armamento, o por temor a la violencia y el saqueo.
El Pípila no existió
Todos conocemos la historia de un hombre que llevó a cuestas una piedra para protegerse y poder quemar la puerta de la Alhóndiga de Granaditas. A este minero se le conoce como Juan José de los Reyes Martínez, “El Pípila”. No obstante, no existen registros de su vida, por lo que algunos historiadores creen que pudo tratarse de un personaje ficticio.
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