- La inexperiencia puede provocar errores comunes, pero previsibles
- Una mamá informada es una mejor mamá
- Conoce cuáles son los errores que más se comenten al amamantar al bebé y cómo evitarlos
Todos conocemos la importancia de la lactancia materna en los bebés. Después del parto, cuando tengas a tu bebé en brazos, tarde o temprano llegará el momento de amamantarlo. No importa si eres madre primeriza o ya tienes experiencia: todos los niños son distintos y tienen sus propias formas de ser.
Tienes que asegurarte que el bebé está aprovechando al máximo la lactancia y que con ella le estás dando todo lo que necesita para desarrollarse de forma saludable. Mamás primerizas o experimentadas, no importa, suelen cometer errores al momento de alimentar al pequeño.
Esto se debe principalmente al comportamiento de tu niño o niña. Como hemos dicho, cada bebé es distinto, y siempre tendrás que asegurarte que lo estás alimentando de manera ideal. No es grave cometer errores, pero sí es importante corregirlos.

Una mamá informada es una mejor mamá. Por eso te compartimos cuáles son los 7 errores más comunes al momento de amamantar al bebé y cómo puedes evitarlos.
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1. Limitar el tiempo de lactancia

Durante las primeras semanas tienes que olvidarte del tiempo a la hora de amamantar a tu bebé. La alimentación en los primeros días debe ser a demanda. Evita colocar horarios o tiempos fijos.
Amamanta al bebé cada vez que te lo solicite. Esto ayudará a la madre en la producción de leche y evitará problemas digestivos para el recién nacido, alteraciones de crecimiento, bajo peso, irritabilidad, etc.
2. Separación nocturna
Durante la toma nocturna se genera una mayor cantidad de prolactina, una hormona necesaria para la producción de leche. Por eso es fundamental que la madre permanezca cerca del bebé, para garantizar su alimentación por las noches. Es un error ofrecer chupones para calmarlo.
3. Ignorar las señales de hambre del bebé

Mira las necesidades de tu bebé, no los horarios. Esta es una máxima que puede evitar muchos problemas al amamantar. Si aplica este tipo de alimentación perceptiva, mamá podrá asegurarse de que el bebé recibe leche suficiente y aumentará su producción natural.
Como el cuerpo produce leche cada que se necesita, y la alimentación perceptiva le permite vaciar los pechos, comprobarás que nunca estarán secos ni demasiado cargados.
4. Saltarse tomas
Saltarse tomas provoca el mismo problema que amamantar con un cronograma estricto: una alteración en la producción natural del cuerpo. Si los pechos no se vacían, las glándulas mamarias no reciben la señal de que deben producir más leche. Esto puede provocar una alteración en el ciclo natural de suministro y demanda.
Saltarse tomas puede generar dolor e inflamación. es una de las causas principales de obstrucción de los conductos. Si no podrás darle una toma a tu bebé directamente de los pechos, lo mejor es que los vacíes con un extractor.

5. Ignorar el dolor de pechos
El dolor en los senos es uno de los principales factores para el abandono de la lactancia. Cuando los pezones duelen es señal de que el bebé no está agarrando correctamente el seno y por ello los lastima. Recuerda que el bebé tiene que abrir bien la boca para agarrar una buena parte de la areola y no solo el pezón.
Si tienes los pezones lastimados, extiende sobre ellos un poco de leche materna. Intenta otras posiciones para amamantar y deja descansar uno de los pechos por un par de días.
6. Suspender la lactancia durante una enfermedad
Aunque te parezca que amamantar al bebé cuando estás enferma puede ser peligroso, en realidad tiene el efecto contrario. Si amamantas al bebé, le pasarás los anticuerpos que tu cuerpo está generando, no la enfermedad. Consulta a tu médico para confirmar si es seguro, y libérate de toda duda.
7. Ofrecer un complemento

Un temor común de las mamás es acerca del potencial que tienen para alimentar a su hijo, por ello algunas veces caen en el error de recurrir a un complemento que puede llevar a la conclusión prematura de la lactancia materna. Cuanto más succione el bebé, más leche producirá el cuerpo de la madre para satisfacer las necesidades del niño.
La lactancia de tu bebé no es una etapa eterna, y es un momento de intimidad y unión entre tú y él que no se repetirá. Disfrútala al máximo. Aprende de tu bebé, de ti y de tu cuerpo. ¡No temas preguntar todas las dudas que tengas!
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