- Los cólicos son dolores abdominales que sufren los bebés durante los primeros meses de vida
- Son causados porque su sistema digestivo se encuentra en desarrollo
- Aunque son inofensivos, resultan incómodos. Te damos un par de consejos para evitarlos.
Es común que los bebés lloren y se inquieten cuando son recién nacidos. Durante los primeros meses de vida lo normal es que el pequeño experimente periodos de irritabilidad donde llora sin que parezca tener una razón aparente, y consolarlo aparenta ser imposible. Esta irritabilidad, mientras que el bebé se calme y se conserve relativamente tranquilo durante el resto del día, no debería causar preocupación.
Sin embargo, si el bebé no deja de llorar, y al contrario, el llanto se intensifica y persiste durante el día o la noche, puede ser debido a los cólicos.
Los cólicos son dolores abdominales intensos e intermitentes que suelen ocurrir en bebés durante los primeros meses de vida. A menudo son causados por el desarrollo del sistema digestivo del bebé y pueden estar relacionados con la lactancia o la alimentación con biberón.
Los síntomas incluyen llanto inconsolable, retorciéndose de dolor y un abdomen hinchado y duro. Aunque los cólicos pueden ser incómodos para el bebé y el cuidador, son generalmente inofensivos y desaparecen por sí solos a medida que el sistema digestivo del bebé se desarrolla.
Causas de los cólicos
Los cólicos están rodeados de mitos. Uno de ellos es que suelen aparecer cuando el bebé toma leche de fórmula en el biberón. Esto resulta falso, ya que los bebés amamantados también son propensos a padecerlos. Lo que sí es cierto es que la leche de vaca produce más gases que la leche materna.
Los cólicos se suelen producir cuando el bebé se está alimentando y traga aire. Este aire se queda en el estómago y causa mucho dolor. Pero no es la única causa de la aparición de los cólicos.
Los recién nacidos tienen un sistema digestivo inmaduro y pueden tener dificultad para digerir la leche o algunos alimentos. Esto puede causar acumulación de gas y dolor abdominal. También la sensibilidad a la proteína de la leche de vaca puede tener como consecuencia la inflamación en el tracto digestivo y, en consecuencia, la aparición de cólicos.
Los cambios hormonales y emocionales que experimente el pequeño, lo someterían a periodos de estrés. Esto puede dar como resultado dolor abdominal. La inmadurez en el sistema nervioso puede ocasionar que la niña o el niño tengan dificultades para regular sus sensaciones de dolor y la distensión abdominal.
¿Cómo identificar si el bebé tiene cólicos?
Hay varios síntomas comunes que pueden indicar que un bebé tiene cólicos:
- Llanto intenso e inconsolable: los bebés con cólicos pueden llorar con mucha intensidad y durante largos períodos de tiempo, incluso después de haber sido alimentados y cambiados.
- Retorcerse de dolor: los bebés con cólicos pueden retorcerse y patear con sus piernas, como si estuvieran sufriendo dolor abdominal.
- Abdomen hinchado y duro: el abdomen de un bebé con cólicos puede estar hinchado y duro al tacto debido a la acumulación de gas en el intestino.
- Ritmo del llanto: los cólicos suelen ocurrir en patrones regulares, generalmente alrededor de la misma hora del día.
Es importante mencionar que no todos los bebés con cólicos presentan todos estos síntomas, algunos pueden incluso presentar una sintomatología diferente.
Prevenir los cólicos del bebé
Aunque los cólicos son comunes y generalmente no son peligrosos, pueden ser muy estresantes tanto para el bebé como para los padres. Afortunadamente, hay varias maneras de prevenir y aliviar los cólicos en bebés.
Cambios en la alimentación
Una de las formas más efectivas de prevenir los cólicos en bebés es asegurándose de que estén recibiendo la alimentación adecuada. Esto incluye asegurarse de que reciban suficientes calorías y nutrientes, y evitar cualquier alimento o fórmula que pueda causar alergias o intolerancias. También es importante asegurarse de que el bebé esté tomando la cantidad correcta de leche o fórmula, ya que una sobrealimentación o subalimentación pueden contribuir a los cólicos.
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Cambios en el estilo de vida
Además de los cambios en la alimentación, también hay cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a prevenir los cólicos en bebés. Esto incluye cosas como evitar fumar cerca del bebé, mantener un ambiente tranquilo y relajado en casa, y asegurarse de que el bebé esté durmiendo lo suficiente. Es importante asegurarse de que el bebé esté recibiendo suficiente estimulación física y mental, ya que esto puede ayudar a aliviar el estrés y reducir los cólicos.}
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Posición del bebé
Asegúrate de que el bebé esté en una posición adecuada durante la alimentación. Esto incluye mantenerlo en un ángulo de 45 grados y evitar distracciones que puedan interrumpir su hora de comida. No lo expongas a la sobreestimulación de sus sentidos, y procur que el ambiente del bebé sea tranquilo y relajado.
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Asegura una buena digestión
Una digestión lenta o difícil puede contribuir a los cólicos. Darle al bebé un masaje suave en el abdomen después de cada alimentación puede ayudar a estimular la digestión. El l bebé puede necesitar tiempo para expulsar los gases después de cada alimentación, por lo que es importante asegurarse de que estén en una posición adecuada (como colocar al bebé sobre el hombro) para ayudar a liberar los gases. Si masajeas suavemente su espalda (no con golpes) estimularás al pequeño para que expulse el gas acumulado.
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