- Con el paso del tiempo la piel se vuelve más frágil
- El estilo de vida de la juventud determinará el daño cuando seas mayor
- Hidratación y protección: las dos claves para mantenerla sana
El paso del tiempo hace estragos en nuestra piel. Se adelgaza, pierde elasticidad, pierde grasa y aparecen las arrugas. Se hacen presentes manchas y se forman excrecencias que se elevan sobre el resto de la piel. A veces, también aparecen lunares benignos. Cuando somos mayores es más fácil que se formen moretones y que las heridas tarden más tiempo en curarse.
La piel es el primer lugar donde se nota el envejecimiento. Éste será más evidente si en tu juventud pasaste muchas horas bajo o el sol o no te hidrataste lo suficiente. Fumar y padecer enfermedades como diabetes o insuficiencia renal, también se verá reflejado en nuestra dermis. La piel de los adultos mayores refleja los estragos de una vida de malos cuidados. Por ello hay que prestar especial atención ahora para evitar más daño.
Daños en la piel del adulto mayor
En los adultos mayores la piel tiende a dañarse más fácilmente. Se seca, se irrita y adelgaza. Se vuelve mas vulnerable. Este problema puede agravarse si el adulto mayor es alguien que siempre tuvo piel sensible. Su piel se vuelve más delicada y hay que prestar especial atención a sus cuidados.
Los principales problemas que pueden presentar los adultos mayores si no se tiene un buen cuidado de la piel son irritaciones, resequedad, dermatitis por contacto, manchas, moretones, hongos y hasta cáncer. Por ello es importante que prestes especial atención a la higiene y protección de los ancianos, en especial si ya no pueden valerse por su cuenta.
Cómo cuidar la piel de un adulto mayor
Las claves para una piel sana son la hidratación y la protección. Katherine Barría, dermatóloga alemana, recomienda estas medidas para cuidar la piel de alguien mayor.
Limpieza
Es recomendable darse baños cortos con agua tibia. Usa jabones suaves, de preferencia neutros e hidratantes. Cuida que el baño sea diariamente y a profundidad, especialmente si tiene problemas de movilidad. Pon atención a las zonas con pliegues. La piel se debe secar con toques suaves, sin frotar.
Hidrata la piel
Tomar agua diario y seguido es la primera medida para hidratar todo nuestro cuerpo. Ingiere frutas y verduras diariamente. Pero también puedes adoptar otras medidas. Aplica cremas humectantes en tu piel todos los días posterior al baño. También es recomendable dejar el tabaco, no solo por los efectos en la salud, sino porque reseca tu piel.
Protege la piel del sol
El efecto de los rayos violeta en nuestra piel es acumulativo. A mayor edad, mayor es el riesgo que corremos al exponernos al sol. Desde arrugas, manchas, hasta la formación de melanomas o cáncer de piel. Es importante limitar el tiempo que pasamos bajo el sol. Siempre usa protector solar con un factor de protección mayor a 15. Pon otra capa sobre la piel cada dos horas. Si te es posible, evita asolearte entre las 12 y las 16 hrs.
Protege las rozaduras
Al envejecer, nuestra piel se vuelve más sensible y propensa a heridas. El uso de tejidos inadecuados puede originar la aparición de rozaduras. Si la rozadura no se cuida puede transformarse en heridas y llagas. Es necesario que las personas mayores prefieran prendas de algodón para cuidar su piel. El calzado debe ser cómodo y holgado. Si ya se produjo una rozadura, puedes aplicar crema de protección para cuidarla. Actúan de manera inmediata y son de rápida absorción.
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